Continuando con el trabajo de recuperación forestal en la parte alta de Santa Cruz y gracias a la colaboración interinstitucional entre el Parque Nacional Galápagos y Fundar, fueron donadas 500 plantas de scalesia listas para reforestar.
El bosque nativo y endémico de las Islas Galápagos hace más de 80 años fue prácticamente erradicado debido a que grandes extensiones de las partes altas de las Islas Galápagos fueron reducidos a áreas para el pastoreo y posteriormente ocupado agresivamente por especies invasivas como el pasto de elefante y la mora negra.
Para poder recuperar el bosque nativo y endémico de Galápagos se necesita primero luchar duramente contra estas especies invasivas; erradicar el pasto de elefante y la mora demanda grandes esfuerzos debido a que se evita el uso de herbicidas y con esto precautelar las demás especies como la Tortuga Gigante de Galápagos, Pinzones de Galápagos y el Pájaro Brujo, especies en constante peligro. En el caso de la mora negra, esta es aún mucho más compleja y a veces frustrante ya que si se llega a dejar tan solo una pequeña parte de su raíz, esta muy probablemente vuelva a crecer.
Con el valioso aporte del Parque Nacional Galápagos, se puede continuar con la recuperación del bosque de scalesia, pero el trabajo no termina ahí, se debe dar mantenimiento y limpieza a los alrededores en donde se ubicarán las nuevas planta de scalesia, donde prácticamente cada 3 meses hay que apartar la maleza no deseada hasta que la planta de scalecia llegue a madurar, ganando altura y posición después de 5 a 6 años.
Gran parte de la actual infraestructura del vivero del Parque Nacional Galápagos fue gracias a una colaboración conjunta entre varias instituciones nacionales y extranjeras, donde se contó con la gestión de FUNDAR-Galápagos para lograr el apoyo de la Unión Europea con el Proyecto de Protección de la Biodiversidad Nativa y Endémica de Galápagos, ejecutado entre los años del 2010 al 2014.
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